De Buñol a Requena por el puntal de la Nevera

¿Rafa, Miguel nos vamos a Requena? La respuesta se reduce a un bueno. Y ahí que nos vamos los tres, hermanos peregrinos del camino de Santiago, aunque Miguel tiene que revalidar su llegada a Santiago de Compostela, que le deseamos que lo consiga estas próximas fiestas junto a sus buenos amigos Manolo y Emilio.

Hemos salido del paseo de San Luis a las 7 y media y hemos echado carretera arriba por el monte de La Cruz, y sin descanso hemos tomado el desvío del camino de Cañalarga. Todavía era de noche y andábamos en dirección oeste, parecido a la estrella de Belén, iluminados de frente por una Luna casi llena. Pasado el desvío de Canelles ya empezaba a clarear pero el Sol no se dejaba ver por las nubes.

En el pino Vascas hemos tomado un camino a nuestra izquierda que nos ha llevado por el antiguo camino de la Hoya de Macastre hasta lo más alto, cerca del collado de las Víboras. En  nuestro ascenso dejábamos atrás una vista espectacular:

Decidimos seguir por el sendero del pequeño recorrido valenciano PRV-190 porque las señales blancas y amarillas parecían estar repintadas hacía poco y eso nos aseguraba que si bajábamos al pozo del Peludo, el ascenso por el puntal de las Baquetas sería fácil. De nuevo esta ha sido la anécdota, porque si bien las señales hasta ese momento estaban muy visibles en ese tramo se perdían, sobre todo por la zona quemada hace dos o tres años.

Desde que hemos llegado a la parte más alta, cerca del collado de las Víboras, las nubes nos han envuelto y el viento nos azotaba con una fuerza y un frío que no esperábamos, porque cuando hemos salido de Buñol la temperatura era muy agradable. Con ese tiempo alcanzamos el puntal de la Nevera, 1100 msnm aproximadamente, ¡helados de frío!. Pero eso no era lo peor, ya que no habíamos almorzado y eran las 11. Por fin pudimos sentarnos dentro de una caseta y prepararnos un apetitoso almuerzo: atún con olivas, zumo de cebada, plátanos, mandarinas, nueces, café y "rollicos" de anís de Bigote. Almorzar hemos almorzado bien pero al estar parados nos hemos enfriado demasiado y enseguida hemos tenido que levantar el campamento, no sin antes registrar nuestra visita al puntal:

Bajamos del puntal de la Nevera y enseguida estábamos en el rincón de Cantacucos, y por ese camino llegamos a la granja Meteor, y antes de llegar a la misma cogemos un camino a nuestra izquierda. Pasamos el paraje natural de Villingordo de Siete Aguas, una delicia de paisaje donde hay una colonia de verano. Seguimos entre las vallas de los toros y de la fauna ibérica, a izquierda y derecha, hasta que alcanzamos las calles de El Rebollar, nuestros relojes marcaban las 2 del mediodía. Bebemos una refrescante agua en la plaza de la Virgen y reiniciamos nuestro camino por la vía de servicio hacia Requena, y rápidamente fuimos a la estación de tren porque habían dos trenes, uno que pasaba a las 4 y media y el siguiente a las 8 y media, ¡viva el AVE!. Llegamos a las tres y media a la estación, solo abierta de 8 a 12 de la mañana solo los días laborables, de nuevo ¡viva el AVE!, y fuimos a comer un bocadillo a un bar cercano de la misma, pero antes de entrar Rafa dice "Nos vamos a encontrar con un buen "chicón" en este bar" y tanto, que cuando nos hemos despedido nos ha felicitado las fiestas navideñas estrechando nuestras manos en señal de reconocimiento de nuestra hazaña o "meloná", pero creo que también ha pensado "estos no están normales":